01. Ponte a prueba constantemente

Te invito a probar nuevos hobbies, a leer nuevos libros y a buscar nuevas aficiones. Si la fotografía siempre te llamó la atención, es el momento de empezar.

02. Ejercita la curiosidad

La curiosidad, como la atención y como la eficiencia, es un músculo. Claro que no es un músculo físico, pero si lo es a nivel mental. Cuanto más ejercites la curiosidad, más tonificada estará y más te sorprenderás contigo mismo/a y con las ideas que te surgen.

03. Muévete

No hay nada que sirva tanto para sacar las telas de araña como el movimiento. Puedes escoger la variante que más te interese, caminar, correr, hacer escalada, zumba o natación. Los griegos decían “Mens sana in corpore sano” y está claro que hay una relación directa entre tu cuerpo y tu psique… y tú puedes cambiarla, re-equilibrarla y mejorarla.

04. Juega

Jugar es hacer aquello que haces con alegría y con buen rollo. Puedes convertir en juego todo lo que haces si te lo propones. Puedes lavar los platos con una música que te inspire y bailar al compás, puedes regalarte un paseo contigo misma de camino al super y convertir así lo ordinario en algo extraordinario. El juego es como un chapuzón de agua fresca, te revitaliza.

05. Aprende de los niños

Si tienes la suerte de tener niños cerca o trabajas con ellos, no pierdas la oportunidad de que te empapen con su energía inagotable y su imaginación que todo lo puede y lo desborda. Los niños y los animales te permiten volver a lo esencial, dejar de lado el ruido mental y conectar con el presente. Eso sí, olvídate de imponer normas, amóldate a su juego y respira para relajarte. Dejándote llevar porque tienen mucho que enseñarnos.

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Saber relacionarnos con nuestra zona de confort, saber salir de ella y saber ponernos desafíos es el secreto de emprender por cuenta propia. Necesitas tratarte muy bien y también saber empujarte a ir un poquito más allá cada vez. En ese poquito más allá es donde está el camino que te hace evolucionar como profesional y como emprendedor y emprendedora. La zona de confort es un sitio muy agradable pero, según dicen, nada crece allí dentro.

En Ruiz Stinga somos emprendedores de pura cepa, al menos yo, que nací y viví mi infancia en Argentina. Conocí la hiperinflación que muchos han leído a través de la tira cómica Mafalda en que Manolito iba cambiando los precios de las olivas a lo largo del día. Esto fue así de verdad. Yo tenía 13 años en esa época. Fui al cole a la mañana y por la tarde no pude volver a casa en “colectivo” porque no alcanzaba el dinero que me había llevado para el viaje.

Sacarse la modorra y darse cuenta que todo lo que te crees que tienes también es un sueño, te ayuda a vivir más ligera y a emprender de forma más fresca y divirtiéndote. En realidad, no hay nada que perder ni que ganar, por si no te has dado cuenta, estamos aquí simplemente dando vueltas. Así que, ¿por qué no hacer del viaje una experiencia lo más fresca y creativa posible?

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