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¿Cómo quedó tu vida profesional con esta pandemia?
La pandemia nos ha sacudido de muchas maneras. A nivel social, a nivel de relaciones, a nivel de nuevas incomodidades y de anormales normalidades. Nos exige resiliencia y paciencia, aunque a veces tengamos para ofrecer solo frustración e ira. Este tsunami emocional que se llama “La pandemia” o “El p*** virus” en muchos casos ha arrastrado nuestra vida profesional, de muchas y variadas maneras.
Quizás estabas acostumbrado a ir a trabajar a un despacho y el ir y estar en un sitio diferente de tu casa eran parte de tu trabajo y de tu actividad profesional. Si esto se ha acabado, alguna parte de tu actividad profesional ya no es la misma que antes y puede que te encuentres frustrado/a y agobiado/a por esta nueva realidad. Quizás estabas acostumbrado a ver gente, a socializar con tus compañeros, colegas y jefes y todo eso formaba parte de tu día a día. En un contexto de tele-trabajo, has perdido esas ventajas intangibles y además te has tenido que adaptar a trabajar de una manera que es bastante incómoda y anti-natural si te ha tocado tener niños en casa y compaginarlo con sus actividades escolares en línea.
En todo caso, la pandemia nos ha traído muchísimas incomodidades y una sensación muy sana de que todo lo que dábamos por sentado era solo una imaginación.
Mientras tanto, te dejo algunos enfoques que ayudarán a re-situar tu mundo profesional y laboral:
Aceptar la realidad
Parece una cursilería y una banalidad, un consejo de los tontos, tontísimos. Sin embargo, te invito a preguntarte sinceramente si realmente has aceptado que esto es lo que hay o tu mente sigue viajando al pasado “glorioso” o esperando que “las cosas vuelvan a ser como antes”. Necesitamos seguridad y necesitamos creer que el mundo no está cambiando constantemente bajo nuestros pies porque eso se nos hace simplemente inasumible. Es por eso que nos vemos sumidos en pensamientos negacionistas o en pensamientos que engrandecen un pasado que ya no está aquí.
Aceptar la realidad es de las actividades mentales más difíciles. Se trata de que ya no te peleas con lo que hay, que simplemente lo aceptas. Se trata de dejar expectativas y sueños para centrarse en el ahora, sea como sea que se presente.
Todos estamos más o menos en la misma situación, o similar
El famoso dicho “mal de muchos, consuelo de tontos” tiene su sentido en un caso como este en que los acontecimientos han superado con creces nuestra capacidad de imaginar o de esperar desastres. Según la filosofía budista todo el sufrimiento viene del yo, de que nos miramos demasiado el ombligo y de que nos creemos que todo nos pasa a nosotros en exclusiva. Te invito a hacer el ejercicio de levantar la cabeza y darte cuenta de todo el sufrimiento que hay alrededor tuyo, escuchando con empatía e intentando darte cuenta que los demás están pasando situaciones también delicadas, desconcertantes y complejas. En el momento en que haces ese gesto simple de mirar fuera, ya no estás mirando tu “pupa” y entonces tu dolor se calma. Si esa mirada la acompañas con ayudar, como sea que puedas o se te ocurra, entonces tu sufrimiento baja considerablemente de intensidad. Te lo aseguro porque lo he probado.
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Las crisis son momentos de re-planteo y cambios
Todas las crisis generan rupturas y también nuevos surgimientos. Por este principio básico es que es importante enfocarlas como oportunidades y no como catástrofes. Es como el momento en que estabas trabajando en un archivo y llevabas toda la mañana. Se ha cortado la luz y no has guardado nada de lo hecho. Te toca volver a hacerlo, pero esta segunda vez, introduces cambios y lo haces de una manera diferente, aunque sea lo mismo.
Este momento actual es el corte de energía que te obliga a volver a empezar. ¿Qué cambios le agregarías a tu desarrollo profesional que quieras que se impongan para este nuevo futuro? ¿Qué planes tenías en el cajón de las cosas que harías algún día que podrías retomar ahora? ¿Sabrías ponerle juego e ilusión a este nuevo escenario utilizando la mente de quien ya no tiene que perder porque “lo peor ya ha pasado y las cosas no pueden ir más mal”?
Enfocarte en la oportunidad que esta crisis te presenta es un ejercicio ilusionante y álgido que puede llevarte a vivir una vida más sensata y plena a nivel laboral, profesional y personal. Aprovéchalo.
Inspírate
En momentos en que el periodismo o las noticias no son de ayuda para apaciguar dragones sino más bien los agrandan, sumérgete en la inspiración como antídoto a la negatividad. Para ello es útil leer biografías de personajes que lo ha pasado muy mal y han sabido resurgir de situaciones que en muchos casos eran bastante más complejas que la actual. Solo pensar en nuestros abuelos que estuvieron en la guerra sin poder escoger y sin poder escapar de esa barbarie te ayuda a relativizar este mal tan malo que nos toca de cerca.
Busca alianzas
Ahora es un momento clave para plantar las bases del mañana y uno de los ejercicios más agradecidos es el de buscar alianzas o, lo que es lo mismo, buscar a quien puedes ayudar con lo que sabes hacer para crear ecosistemas win win en que tu das y todos ganan.
Como ejemplo solo puedo poneros nuestro caso. Trabajamos como departamento de diseño y maquetación web para Ixole, una empresa informática que desarrolla soluciones de alto valor técnico y que también ofrecen hospedaje y diseño web. En su caso, contar con un diseñador en plantilla para los proyectos web que muchas veces no son tan recurrentes, no es del todo rentable. Es por eso que hemos establecido hace ya dos años, este tipo de colaboración que nos es útil a ambas partes y que, en el caso del estudio, nos ha permitido mantenernos con proyectos en el momento más duro de la crisis del COVID y del confinamiento.
Las alianzas son una piedra angular que puede darle a tu proyecto una buena base de desarrollo y que te evitan estar en todos los frentes ya que esto último es agotador e imposible. Piensa a quién puedes ayudar y cómo. Empieza a tejer tu propia red de alianzas. Es lo que te sostendrá en crisis futuras.
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