De esto último tengo tres ejemplos geniales para compartir que te ayudan a entender la importancia de un buen naming:

Estas tres empresas son dos agencias de marca y una productora audiovisual que utilizaron en sus nombres la fuerza que quieren transmitir en sus servicios.

No le llaman Poco, su nombre es Mucho.

No le llaman Regular, el naming escogido ha sido Bold.

No le llaman Gato, el nombre con el que esta productora se presenta es TigreLab.

Ahora te explico un caso sin nombre, y lo que ello significa…

Me he encontrado con el caso de un software que se ofrece que te ayuda a generar de forma autónoma y online toda la documentación legal para tu PyME. Este servicio tan brillante no tiene nombre alguno (no ha sido bautizado) y, simplemente, se llama “la plataforma”.

Esta falta de nombre en el fondo es una falta de comunicación que se traduce en una falta de foco y en una falta de diferenciación. En la mente del público es un servicio que no existe, porque no pueden etiquetarlo y definirlo. Así de grave es lo de no darle al nombre la importancia que se merece. 

¿Para qué sirve el naming?

El naming, o proceso de elección de un nombre para una marca, empresa, producto, servicio u otra entidad, te ayuda a:

Identificar de forma inequívoca

Un nombre único y memorable puede hacer que una marca se destaque y sea fácilmente reconocible por los consumidores.

Comunicar valores

En la mismísima elección del naming estás ya plasmando los valores, la misión y la visión de tu negocio. Así de importante es el naming, como te expliqué con los ejemplos de Mucho, Bold y Tigre

Haz que te recuerden

Un nombre bien elegido es más fácil de recordar. La memorabilidad es esencial para que los consumidores puedan recordar y referirse a una marca o producto cuando lo necesitan.

Te ves diferente

En un mercado lleno de competidores, el nombre de una entidad puede ser una herramienta clave para diferenciarse. Un nombre distintivo puede ayudar a una marca a destacar entre la multitud.

El primer paso para crear una marca sólida

El naming es a menudo el punto de partida para la construcción de una marca sólida. Una vez que se ha elegido un nombre, se puede desarrollar una identidad visual, una narrativa de marca y una estrategia de marketing coherente en torno a ese nombre.

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¿Cómo enamorar con la comunicación de tu marca?

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¿Cómo puedes aplicar el naming a tus productos y servicios?

No se trata solo de cómo se llama tu empresa sino de que tus productos y servicios (aquello que vendes) también tengan nombres y que estos nombres sean inspiradores, convincentes y claros.

Aplicar el proceso de naming a tus productos y servicios es, por tanto, fundamental para crear una identificación distintiva y efectiva en el mercado. Estos son los pasos que debes seguir para lograrlo:

Paso 1: Comprende tu Estrategia de Marca

Antes de comenzar a nombrar productos o servicios, asegúrate de comprender la estrategia de marca general de tu empresa. Esto incluye los valores de la marca, la personalidad de la marca y la audiencia objetivo.

Paso 2: Establece Objetivos Claros

Define objetivos específicos para el nombre del producto o servicio. ¿Qué deseas lograr con el nombre? ¿Debería comunicar un beneficio clave, ser memorable o destacarse entre la competencia?

Paso 3: Investiga el Mercado

Investiga el mercado y la competencia para comprender qué nombres se utilizan en tu industria y qué connotaciones tienen. Esto te ayudará a evitar nombres similares y a identificar oportunidades.

Paso 4: Encuentra el Posicionamiento

El nombre debe estar alineado con el posicionamiento de tu producto o servicio en el mercado. ¿Es premium, asequible, innovador, confiable, etc.? El nombre debe reflejar esta posición.

Paso 5: Creatividad y Originalidad

No te decantes por el primer nombre que surja dado que probablemente sea la idea más obvia. Te recomiendo que hagas un brainstorming creativo para dar con ideas frescas y con namings disruptivos y nuevos.

Paso 6: Prueba y Feedback

Realiza pruebas y obtén retroalimentación de tus colegas o consumidores. Pregunta a otras personas qué les sugiere el nombre y si es fácil de recordar. Por regla general, el nombre no debería tener más de 3 sílabas y ser fácilmente recordable y pronunciable por tu público objetivo.

Paso 7: Verificación Legal y registro

Asegúrate de que el nombre que elijas esté disponible legalmente para su uso. Esto incluye verificar si se puede registrar como marca. Registrarla legalmente para protegerla es una buena práctica que te ahorrará litigios o problemas en un futuro.

En Ruiz Stinga Studio te ayudamos a definir un nombre con chispa para tus productos y servicios. Es el primer paso para crear una comunicación que enamore, que impacte y que cree un vínculo emocional con tu audiencia. Pero no todo acaba allí, nombres inspiradores ayudan a que tu como emprendedor y emprendedora también te enamores de lo que ofreces. Así podrás ofrecer tus productos y servicios con la boca grande.

¿Quieres mejorar la comunicación de tu negocio? Agenda una reunión de claridad para entender dónde estás y cómo podemos ayudarte.

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