Te comparto 5 acciones que puedes aplicar hoy mismo para ser más asertiva en tu comunicación de marca:

Simplifica el mensaje

Simplificar el mensaje de tu marca en redes sociales es clave para captar la atención de tu audiencia en un mundo digital lleno de distracciones.

Antes de simplificar, debes tener claro cuál es el mensaje central que deseas comunicar. ¿Cuál es la esencia de tu marca y qué quieres que los demás sepan y recuerden sobre ella? Define esto en una oración o incluso en una sola palabra si es posible.

Evita jergas complicadas o términos técnicos que puedan confundir a tu audiencia. Usa un lenguaje claro y sencillo que sea fácil de entender.

En las redes sociales, el espacio para los mensajes es limitado. Sé breve y directo en tus comunicaciones. Trata de transmitir tu mensaje en una o dos frases cortas.

Repite con creatividad

Es indispensable que no aburras como también es importante que mantengas un tema central sobre el que pivota la comunicación de tu marca. A priori, parecen dos objetivos antagónicos, pero no lo son.

Necesitas hablar entorno a un mismo tema (o a un mismo enfoque) y, a la vez, hablar desde diferentes ángulos y sacándole mucha chicha a ese tema. Esta estrategia es la que posiciona tu marca como “experta” y la que la hace destacar de la competencia.

Recuerda que en los negocios la comunicación lo es todo. Estás creando la percepción de tu marca y de tu negocio en función de lo que comunicas, de cómo lo comunicas, de los canales que utilizas y de cómo los explotas.

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¿Cómo enamorar con la comunicación de tu marca?

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Entiende que hablas en contextos de ruido

Internet es como estar en una discoteca con la música a todo trapo. Además de eso, cada red social despierta un tipo de atención diferente, lo que condiciona a ese receptor frente al mensaje de tu marca.

Mientras que Instagram es básicamente “pasar el rato” y distraerse con videos fáciles de digerir, TikTok es movimiento frenético y Google es buscar información.

Cada plataforma condiciona qué hacemos en función de qué nos ofrece y qué vamos a buscar allí. Saber esto te ayudará a definir de qué hablar en cada red y a escoger las más adecuadas para tu marca y para el servicio o producto que ofreces.

Usa la estrategia de la gota malaya

La «gota malaya» es una estrategia de comunicación que se utiliza para crear anticipación y expectación en torno a un producto o evento. Se basa en liberar información gradualmente, como si fuera una gota de agua cayendo poco a poco, en lugar de revelar todo de una vez. Esta estrategia puede ser efectiva para generar interés y mantener a tu audiencia comprometida a lo largo del tiempo.

Aquí te explico cómo puedes usar la estrategia de la gota malaya en la comunicación de tu marca:

Antes de comenzar, define claramente cuál es el objetivo de tu campaña de comunicación. ¿Qué deseas lograr con esta estrategia de goteo? Puede ser el lanzamiento de un nuevo producto, la promoción de un evento o la creación de expectación en torno a una oferta especial.

Divide la información que deseas comunicar en partes más pequeñas y manejables. Crea un plan que incluya una serie de mensajes o publicaciones a lo largo de un período de tiempo determinado.

Diseña un calendario que especifique cuándo y cómo se liberará cada pieza de contenido. Esto podría ser un teaser inicial seguido de publicaciones periódicas que revelen gradualmente más detalles.

La clave de la estrategia de la gota malaya es mantener un elemento de misterio o intriga. No reveles todos los detalles de inmediato; en su lugar, ofrece pistas, avances o adelantos que despierten la curiosidad de tu audiencia.

Utiliza el storytelling para crear una narrativa envolvente alrededor de tu producto o evento. Comparte historias relacionadas con tu marca que generen interés y conexión emocional.

Menos es más (lo mucho cansa y lo poco gusta)

Tu audiencia es tu mercado y tu marca es la estrella del escenario. Así como en una sesión de stand up comedy el monologuista buscará mantener el ritmo y unir como con un hilo invisible historias, metáforas, chistes y comparaciones; de la misma manera tu marca necesita mantener el ritmo para no aburrir.

Mejor poco pero bueno que mucho y de mala calidad, como te lo explico en este artículo. Eso le asegura a tu negocio que es relevante (habla poco pero cuando lo hace ofrece valor de alguna manera) y por tanto crea un vínculo valiosísmo que es el de la escucha. Tu audiencia aprende a escucharte si descubren que lo que ofreces les impacta (ya sea porque hace reflexionar, les hace reír, da buen rollo, enseña, comparte, etcétera).

Lo de hablar y “pegar el rollo” es un hábito y una herencia. Digamos que siempre se ha comunicado de esa manera y nos cuesta cambiar el patrón. Los profesores lo hacen con los estudiantes, las familias con sus hijos e hijas. Es lo que se ha hecho siempre… pegar el rollo, hablar y dar instrucciones sin verificar si del otro lado hay alguien que nos está oyendo y que puede asimilar lo que le pedimos.

Las marcas y los negocios son producto de esta sociedad y, por tanto, también están expuesta a los demoledores hábitos del «mucho texto», el hablar sin que te lo pidan y el creer que porque lo dijimos tiene que ser escuchado.

La comunicación está lejos de ser tan simple y por eso es uno de los aspectos del negocio en donde hay fugas de esfuerzo y de recursos. La buena noticia es que muy probablemente estés en una situación reversible, siempre y cuando le pongas antes el impacto necesario para ello. Tu organización necesita parar y pensar para poder definir una estrategia de comunicación y una marca sólida que le permitan ser relevante, recordable y reconocible, como te explico en este artículo.

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